Radio Copihue
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A unos cincuenta kilómetros por la autopista. Que está allí Pero no puede cogerla, está muy vigilada. Será mejor que se cambie, antes de que vengan los obreros. Pruébese uno de estos. Luego tomaremos una sopa. ¿Cómo puedo salir de aquí? Sólo por la noche. Ya sea hoy o mañana. Mire, está lleno de soldados. Le queda muy bien. Sí. Siéntese. Dígame, ¿quién es esa gente? Trabajan en una granja. Al otro lado del río. ¿No podría irme con ellos? Correría un gran riesgo. Hay un puesto de control al otro lado. ¿Del Elba? Sí. Pero si va usted con ellos, recuerde, que hay un pequeño canal y una esclusa. Al llegar allí siga corriente abajo. Unos sesenta kilómetros. Y estará en la frontera. ¿Va correr el riesgo? Sí. Muy bien, entonces coja mi bicicleta. Pero no salga hasta que ellos se vayan. Hola. Hola, Hans. ¿Qué haces aquí? Buscando a un agente americano. Ah, ¿un americano? ¿Te apetece una cerveza? Me parece bien. ¿De verdad crees que hay un americano por aquí? Creemos que sí. Probablemente será como aquella vez. Hace dos años, tú no estabas aquí. Estaba Walter. Pues fíjate, sonó la alarma. «Agente enemigo cruzando el río». Y matamos a un cerdo. Se cayó al río y accionó la alarma. Eh, chicos, llevaos de aquí a vuestro perro. ¿Señor Heinzmann? Sí. Estábamos esperándole. ¿Tienen alguna noticia sobre el americano? Alguien ha robado un bote. ¿Un bote? Sí, señor. ¿Si cogió un bote, cuánto tiempo necesitaría para llegar a la frontera con la corriente? Si va a favor de la corriente, tardará unas dos horas desde el momento en que salió. ¿Podemos alcanzarle en coche? Tardaríamos media hora. Bien, muéstrame el camino. ¿Qué? ¿Hace media hora? Ese puede ser él. ¿El señor Heinzmann? Yo soy, ¿por qué? Espero que no sea su amigo. ¿Qué ocurre? Alguien robó un bote, treinta kilómetros abajo. Le volveré a llamar. Se dirige al campo de minas. Tenemos que detenerle. ¿El río está lleno de minas? Sí, la orilla izquierda. Barred el río con los focos. ¡No disparen! ¿Se ha vuelto loco? ¡Les prohíbo que disparen! ¿Quién ha dicho que pueden dar órdenes? Harán exactamente lo que yo diga. Escuche, Bower, soy yo, Heinzmann.

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