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Lo perdí hace un mes. Amigo, eso está mal. Al menos comparte. Hola, Ally. Vine para mi clase de piano. Ahora no es un buen momento, Nelson. Y ya te lo he dicho antes, no necesitas traer tu propio piano. Lo olvidé. Además, tu clase de piano es mañana. Hoy tienes clase de oboe. ¡Oh, no! ¿Sabes lo difícil que es subir esto al autobús? Regresaré. Amigos, busquen mi cuaderno aquí mientras Trish y yo buscamos entre los objetos perdidos. Debo encontrarlo antes de que alguien lo lea. Algunas cosas que escribí allí son demasiado personales y embarazosas. ¿Como el hecho de que tienes una amiga imaginaria llamada Srta. Pennyworth con la que hablas cuando estás estresada? ¿Cómo sabes de la Srta. Pennyworth? Solo le conté ese secreto a una persona. Bien, obviamente la Srta. Pennyworth ha estado hablando de ti por toda la ciudad. ¡Aquí está! ¿Mi cuaderno? No, mi remera de «Objetos Perdidos», de cuando trabajé aquí en objetos perdidos. Odiaba este trabajo. ¡Todas esas personas tristes y desesperadas que buscaban objetos que nunca volverían a ver en sus vidas! Quiero decir, por supuesto que encontraremos tu cuaderno. ¿Qué haces? Uso mi súper sentido del olfato para encontrar el cuaderno de Ally. ¿Tienes un súper sentido del olfato? ¿En qué comida estoy pensando? Tarta de cereza. Con helado. Vaya. Lo encontré. Vaya, tu nariz es asombrosa. No, no olí el cuaderno. Solo recordé que lo usé como techo de mi casa de pan de jengibre. ¿Por qué tienes una casa de pan de jengibre? ¿Por qué querrías que un hombre de jengibre viviera en las calles? No, quiero que viva en mi estómago. ¡Carlos! Vamos, encontremos a Ally. Qué bueno que nosotros encontramos el cuaderno y no un extraño que pudiera leer todas las cosas personales y embarazosas que escribió aquí. Claro. Debe tener cosas jugosas o no se preocuparía de que alguien lo leyera. Deben ser cosas muy jugosas. Tan jugosas. ¿Qué crees? Ally nunca nos dijo que no tocáramos su cuaderno. No toques mi cuaderno. No toques mi cuaderno. No toques mi cuaderno. No toques mi cuaderno. ¡No toques mi cuaderno! Está bien, ¿y si nosotros no lo abrimos, pero accidentalmente se cayó al piso y se abrió?