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Estate se ha vuelto hindú ahora. Esto es una mala educación. A mi papá no le gustará eso. ¡Los otros están esperando para trabajar! Sale de la clase. Ve a la oficina del supervisor. No. Le pediré al director que te suspenda. ¡»Heil» Géquil! ¡»Ich liebe dich», Sra. Géquil! ¡Tercer suburbio del Reich! Adelante. Tengo un gran problema con Malik. Quiero que lo suspendan. Así no es como funciona. Requiere una audiencia disciplinaria. Lo sé. Estoy solicitando una. Escuche, Sra. Géquil. ¿Es la suspensión de un alumno la solución? Eso es resignación, no victoria. ¡Sólo quiero dar mi clase! ¡No puedo hacer eso! En el consejo, dijo que no iba a rendirse con Malik. Lo sé, pero no puedo. Eso no es nada nuevo. Gritar mantiene la tensión grupal. Debes entrar a la sala y sólo esperar el silencio. Si esperas. Mira. Mira. Si realmente esperas. Entonces te verán. Y se callarán. Porque tu belleza los silenciará. ¿Mi belleza? Sí, tu belleza. Pero para que tu belleza aparezca, no debes gritar. No: «¡Oye!» «¡Oye, tú!» Eso crispará tus facciones. Y no dejes que el miedo tense tu cuerpo. O serás una cosita marchita. Arruinada y jorobada. Voy a ir a fumar afuera. ¡Vamos, ustedes dos, adentro! ¡La maestra está aquí! Un descubrimiento. Un descubrimiento GENUINO. ¿Qué pasa? Un rayo golpeó la escuela. Eso me asustó. Puse a mis alumnos la tarea de observarla esta noche. Extraño. ¿Qué? La electricidad se sigue cortando. No, la luna. Mira. No es peligroso, ¿verdad? ¿No se incendiará? ¿Volverán a poner los azulejos? Como antes. No los quiero. Espera. ¡Sra. Géquil! Sra. Géquil, ¿lo vio anoche? Sí. Estaba escribiendo a la Junta y. la energía se fue. Tal vez un mensaje de la naturaleza. ¿Qué piensa? No creo en los mensajes de la naturaleza, sino en sus leyes. Espero que tenga razón. Veo signos en todos lados. Los veo y los siento. Por ejemplo, siento los defectos de las personas de inmediato. Incluso diría. que con los técnicos que fortalecen mi fe en nuestras capacidades, siento la vanidad de la gente como un olor. Sí. Pero usted no tiene ese olor. Y eso me impresiona. ¡Sra. Géquil!