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Y estábamos. Conocía a un polaco. Estábamos jugando a las cartas. Llevaba malas cartas y me retiré. Pero Cipolski y otros cuatro siguieron. Cipolski me dijo: «René, es una emergencia. Juega por mí mientras hago mes nécessités». Mis necesidades. Le dije: «No, amigo. No puedo apostar por ti». Y dijo: «Claro que sí. Nos conocemos bien. Tú apuesta como lo haría yo». Y pensé, eso es algo impossible, ¿no? La apuesta de un hombre, se determina por la relación que tiene él con el póker, justo hasta el momento de esa apuesta. No puedo apostar por ti. Pourquoi pas? Porque no puedo conocerte hasta ese punto. Cada uno debe jugar su mano. «No, Cipolski», le dije. «No. Somos amigos, pero no nos conocemos tanto». Puede conocerlo. Las personas son como hurones. ¡No son como hurones! No lo entiende, mon vieux. Nos podemos conocer hasta cierto punto, pero no del todo. ¡Impossible! El póker es un juego de apostar. Ha llevado una vida de vicio y desenfreno. Sin duda, es un experto en ello. Pero ninguna conclusión sacada de tal existencia se aplica a una vida bien vivida. La vida es así. Las cartas enseñan lo que hay que saber. Lo que debería hacer es hablar de su vida, con su marido, esperándola, y de usted que va a él con la certeza de que la ama como hace tres años. Venga, son tres años. Había pasión. No sabe si ahora la hay. Entre personas decentes, las relaciones son eternas. Las personas decentes son fieles con los demás y consigo mismas. La vida cambia. Hombre insolente. Dice que mi hija no me quiere, que mi marido tampoco. Si alguna vez la quiso. No pretendo ofenderla. Lo que digo es que no podemos saberlo con total certeza. Y la palabra «amor» puede tener distintos significados, ¿no? No siga, señor. ¡Sé lo que es el amor! Era orador, era profesor. ¿Diría que tenía carisma? La tenía. ¡Tiene! Bon, el amor significa algo distinto para una persona así, que tiene el amor de la gente, que una persona que solo puede suplicar amor mediante la sumisión. Yo no supliqué al Dr. Betjeman su amor. Yo no le engatusé. Mi esposo me ofreció su amor libremente y perdura.