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¿Y Yorio? No. Hasta el final, me consideró un traidor. Y luego murió. Todavía me consideran un figura controvertida en Argentina. Ayer usted dijo: “La vida no es estática”. ¿Sí? Bueno. Sabe. Usted lidera no por el poder ni por el intelecto, sino que lidera. Usted, particularmente, lidera por su modo de vivir, por cómo ha vivido. Usted ha cambiado. Ese hombre. .sigue dentro de mí. La duda todavía existe. Usted cree que sus pecados lo desacreditan, pero todos somos pecadores. Por favor, oiga mi confesión. ¿Me va a negar la confesión, Bergoglio? No se arrodille. Por favor, Santo Padre. Siéntese. Si me siento, será una confesión informal. ¿Qué digo? No lo sé. ¿Qué acostumbra a decir? ¿Cuándo se confesó por última vez? Hace ocho, siete. Hace ocho días. ¿Y ha pecado mucho en.? Perdón, no quiero insinuar. Claro que he pecado. Muchos pecados veniales y. Pero estoy anciano y olvidadizo como para recordar cuáles son. ¿Puede decir eso? Sí. No sabía que se podía decir eso. Es muy útil. Pequé contra ti, Señor, a quien debo amar por sobre todo. Como , te fallé primero por no tener el valor de saborear la vida. Me escondí entre libros y el estudio. Sé que esto me ha dejado vacío del mundo que la Iglesia se supone que debe ayudar. Continúe. ¿Recuerda al Padre Maciel? Hace años, denunciaron que pasó décadas abusando de niños. No le presté suficiente atención a las tareas de este sacerdote. ¿Suficiente atención? ¿Pueblo tras pueblo? Sí. Pero ¡usted lo sabía! Sí, debí saberlo. Debí saberlo. Me enviaron la información. Dijo que hubo más. Me dejaron las pruebas en el escritorio, pero. Olvidó amar a la gente que debe proteger. Sí. Estoy pidiendo perdón. Padre, si este es el motivo por el que quiere renunciar, entonces con más razón debe quedarse a sanar la herida. Escúcheme. Complete el trabajo que ha comenzado. Todas las razones que le di no son suficientes. Así que se lo repetiré. Ya no puedo seguir sentado en la silla de san Pedro. Se equivoca. Ya no siento la presencia de Dios. No escucho su voz, ¿entiende? No, se equivoca. Creo en Dios. ¡Le rezo a Dios! ¡Silencio!
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