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cada desalojo que evitaba. En cada caso que ganábamos, veía una especie de penitencia. Sí. Le diré algo. Todos sufrimos de orgullo espiritual. Todos. Debe recordar que usted no es Dios. “En Dios nos movemos, vivimos y existimos”. Vivimos en Dios, pero no lo somos. Usted sólo es una persona. Pero. .ahí está. Una persona. Sí. En fin. Si me permite, mío. Usted debe creer en la misericordia que predica. Lo absuelvo en nombre del Padre, del y del Espíritu Santo. Gracias, Padre. Santo Padre. Son las nueve en punto. Están por abrir al público. Cielos, lo olvidé. ¿Quiere que demore la apertura? No. La mayoría ha esperado toda la vida para ver este lugar. Por aquí. Sí. Venga, quiero mostrarle algo. Esta es la sacristía, conocida como la sala de las lágrimas. No sé si son lágrimas de alegría o de tristeza. Entré por esa puerta como Joseph Ratzinger y salí por la misma puerta como el Papa Benedicto XVI. Gracias. Santo Padre, ¿tiene hambre? ¿Hambre? Sí, creo que tengo hambre. ¿Le pido a la cocina.? No hace falta. Hay. Hay un lugar justo frente a la Porta Angelica. ¿Lo conoce? La pizza y el café son excelentes. ¿Pizza? Sí. No. Pizza, sí. Una margarita y una diavola, dos Fanta y un café. Permiso. Permiso. Permiso. No tomen fotografías. Por favor. En el pasado, cuando un Papa o un Santo Padre comía, a su lado siempre había tres hermanos jesuitas que probaban la comida. Creo que la falta de jesuitas ha envenenado a más de un Santo Padre. Quizás yo debería probar su porción, ¿no? Para estar seguros. No. No. Es mi pizza. ¿Quiere dar las gracias, Santo Padre? Sí. Sí. Gracias, Señor, por la comida que estamos por disfrutar, en este lugar fuera del tiempo. Señor, tu Iglesia, tu rebaño está bajo ataque, en crisis. Dios, danos la sabiduría y la fortaleza para enfrentarnos a la hipocresía que nos arruina. San Francisco, intercede por nosotros para reparar la Iglesia. ¿Quiere agregar algo? Amén. Amén. Qué bien. Sí. Es buena, ¿no? Sabe, estaba pensando en sus maestros, Yorio y Jalics. ¿Logró reconciliarse con ellos? Con Jalics sí. Dimos una misa juntos. Lloramos. .abrazados. Me perdonó.
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