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Quiero acostarme. ¿Bnei Brak? Sube. Gracias. Mira el cocodrilo, madre. Guarda eso, así no nos perderemos el último autobús a Jerusalén. Cariño. .¿qué te parece tu maestro nuevo? ¿El rabino Akiva? ¿Te agrada? Mucho. Es muy amable. Me enseña a dibujar. No es anciano como el rabino Cheshin. Es más como. ¿Un padre? No, como un amigo. Sí, es un niño. Madre, estoy muy cansado. ¿Podemos quedarnos aquí esta noche? El yeshivá Kamnitz fue la mejor época de mi vida. Fue una experiencia fuerte. Iba allí a las : de la noche y estaba más de la mitad lleno. ¿Quieres que te cuente sobre mis autos? No. Entonces, olvidémoslo, ¿sí? ¿Les gustó? Le faltaba un poco de pimienta negra. Le agregaré más la próxima. No lo escuches. No me gusta la comida picante. No te gusta nada. Ese es tu problema. ¿Preparo café? ¿Por qué no estudian juntos alguna vez? Hazme un favor. El yeshivá virtió su cerebro en papilla. No estudia la Guemará, solo “rabino Chaim”. Me di por vencido tigo hace mucho tiempo. Me siento mal por mi pequeño Israel. ¿Tu Israel? Yo lo crié. No comiences migo. Bien. Ese no es el problema. ¿Qué hay de su educación? ¿Quién le enseñará a venerar a Dios? Debo cordar tigo en eso. No te culpo, pero te vendría bien un poco de veneración, Elisheva. ¿Por qué lo dices? Vamos, Elisheva. ¿Escuchas la radio en shabat? Te has excedido. ¿Crees que está bien encenderla el viernes en la noche? Muchos sabios dicen que es una profanación del shabat. El rabino Feinstein permite que los estadounidenses miren televisión un cronómetro de shabat, pero era la orden del día. Si no, se habrían vertido en Reformados hace mucho. También lo sidero la orden del día. Estoy sola durante el shabat, y me ayuda. Quizá tengas razón, pero es una lástima. Una verdadera lástima. “Bendito tú eres, rey del universo, a través de cuya palabra todo comienza a existir”. Amén. Amén. Amén. Dos gaseosas, por favor. El rabino lleva más de una hora buscándote. ¿Qué hay en el cuaderno? Nada. Rabino, queremos ver las cebras. Queremos ver las cebras. ¡Sí, las cebras! ¡Oy vay! Es muy lejos. Igualmente, no hay nada para ver.
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