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¿Qué contraseña? ¿Qué contraseña? La contraseña. «Hace buen tiempo en Kandali». ¿»Hace buen tiempo»? Sí. ¿Os estáis quedando conmigo? No, ¿y tú? Ya nos dirás. Sí. Hay alcohol adulterado en el mercado. ¿No será ese? Lo sabremos si se queda ciego. Tú. Ahad, no le pongas las manos encima al «cargamento» esta vez. Sólo fue una vez. Prometí que no volvería a pasar. Tomates. ¿Sabes quién llamó hace un par de días? ¿Quién? Lávalos. Pásame los pimientos. Tu profesora. Para hablar del examen. Dice que hay un instituto en Estambul, o algo. ¡Qué mujer tan ignorante! ¿Por qué querría dejarme mi hijo? ¿Eh? No sabe de qué habla. Deja de estudiar para el examen. ¿Y qué hago entonces? ¿Qué que haces? Lo mismo que yo. Irás al instituto aquí. ¿Qué tiene de malo Kandali? ¿Te enfadas? No, ¿debería? ¿Por qué querría irse mi hijo cuando tiene un padre que lo adora? Vieja estúpida. A partir de ahora, tu único examen es conmigo. Ya no eres aprendiz. Ahora somos socios. Solos tú y yo. Sólo nos tenemos el uno al otro. ¿Entiendes? Yo te enseñaré. Te lo enseñaré todo. No te preocupes. Ven aquí. Repite conmigo. Que le den a la escuela. Que le den a la escuela. ¡Dilo! Que le den a la escuela. Buen chico. Buen chico. Sólo puedes confiar en dos cosas en la vida. Una es el dinero. La otra soy yo. ¿Vale? Llévate esos. ¡Apaga el horno! Cuma, ¿por qué se lo has dado? No lo sé. ¡Cuma, no subas! Un día, estaba en mar abierto miré a mi derecha y sólo veía el horizonte. Miré a la izquierda, el horizonte. Parecía un muro. Rodeado de muros. Me dije: «Harmin, no tienes dónde ir. Es tu final». Coge ese libro. Está bien, léelo. Creía que no tenía dónde ir, pero. como hay tantos sin tener dónde ir, empezamos a llevarlos. Hicimos un porte. Luego otro. Otro más y otro. Y ahora estamos atrapados. Yo no volvería, si fuese vosotros. Parece que ha llegado su momento. Ven aquí. ¿Para qué? Ven, levanta. Siéntate. Así no, hacia el mar. ¿Ya está? Eso lo decides tú. Sírvete. Eso no, esto. Vale, vale. Tranquilito, campeón. Maldita mi suerte. ¿Qué coño pasa? ¡Vete para allá! ¡Muévete! ¡Que os den a ti y a tu cama! ¿El almacén no es lo suficientemente grande?
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