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Necesito tu ayuda. Recuérdame por qué no quiere casarse tigo. ¿No le gustas? No. Me ama, estoy seguro. Es sólo que. .sus dos esposos. .ella los amaba mucho. ¿Y qué? Están muertos. Quiere casarse tigo, quieres casarte ella. No veo el problema. No lo sé. Ha pasado por mucho. Es complicado. ¿Acaso cree que es responsable de sus muertes? No, para nada. No creo que sea eso. ¿Has oído hablar de Chaya Keile? No, ¿quién es? Mi tía. La hermana menor de tu abuela. Usaba unos anteojos que hacían que sus ojos se vieran enormes. Cuando tenía once años, salió su amiga a buscar agua al pozo. Entonces había pozos en los patios. Sí. Estaban jugando junto al pozo y su amiga, creo que se llamaba Tirtza Blau, cayó dentro, y cuando la sacaron, estaba muerta. Mi tía lo vio todo y eso la atormentó por el resto de su vida. ¿Entiendes lo que digo? Ella no se lo dijo a nadie, pero estaba segura de que era su culpa, ya fuera porque no la salvó o porque sobrevivió y su amiga murió. Pobrecita. Pasaron los años, no tenía familia, nada. A sus años, mi tía subió al techo, colocó sus anteojos en la baranda, para que no se rompieran y saltó desde el techo, pobre. ¿Por qué me dices esto? No lo sé. Sólo me vino a la mente. Escucha, este problema es serio. Voy a pensarlo. Tu novia es una mujer sensible. Karine y yo cometimos un asesinato cuando éramos niños. ¿No lo ves? No. Hay dos latas de gasolina en el auto. Pueden arder en un segundo. Nadie va a revisar el cuerpo quemado en una tragedia que sorprenderá a la nación. La verdad me envenena, envenena mi corazón, mi cuerpo, mi alma, estoy mancillando a mi esposa, incluso a mi hijo. Cariño, cálmate. Ninette, no me oces, no oces quién soy. Yotam, baja el arma. ¡Yotam, baja el arma! No puedo, mi amor, y ahora, morirás y él morirá tigo. Hoy enterraremos esto, Yotam. ¿Qué es esto? ¿Qué estás haciendo? ¡Yotam! ¿A quién crees que estás llamando? ¿A quién crees que estás llamando? ¡Yotam! ¿Sí? Shulem, querido. Sí, madre, ¿cómo estás? Tenías razón. Me salvaste. ¿Qué pasó, madre? ¿Estás bien? Sí, ahora lo estoy. Pero por favor, ven y llévate la TV. Tírala por la ventana, rómpela a martillazos, no me importa.
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