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Creo que ni siquiera mamá se buscaría una pelea delante del rey. Me pregunto si puede llegar antes. ¿Estás emocionada? Sí, un poco. ¿Y tú? ¿Sería ordinario admitirlo? No ante una americana. Aquí vamos, señor Carson. Déjamelo a mí. Soy monsieur Courbet. Y la señora Webb, ama de llaves. Sigan ese camino, y los llevará al patio de la cocina. Como dije, soy monsieur Courbet, el cocinero de Sus Majestades. Bien hecho, Charlie. Siempre mantén tu posición. Por aquí, caballeros. ¿Señora Lawton? Sólo estaba echando un vistazo. Es una casa preciosa. Usted debe haber visto mejores. Vine a buscar esto, pero no deberíamos estar aquí. Prepárense para luchar contra los bárbaros. Tú. ¿Dónde puedo poner esto? No me provoque. Hemos hecho lugar en la trascocina. Y esa despensa. Mucho alboroto y por nada. ¿Y dónde está nuestro pedido del señor Bakewell? Sígame. ¿Cómo lo lograste? Un jardinero me ayudó, así que no me vio nadie. Supongo que podríamos venderlo todo para pagarle al señor Bakewell. No se preocupe. Podrán comerlo poco a poco cuando se haya acabado la visita. ¡Dije que lo cortaran en tiras! Listo, señora Patmore. Instalé la nueva bomba. Salve, héroe victorioso. Debe informarle al señor Hughes. O al señor Carson, no a ellas. Está bien, señor Sellick. Llevaremos las noticas. Gracias. No necesito su ayuda, señora Hughes. Sólo quiero saber dónde van a dormir los reyes para que la señora Stinson prepare sus habitaciones. Ahora se las muestro, señora Webb, porque sin mi ayuda, no las va a encontrar. ¿Siempre es así? Una visita real es como un cisne en un lago. Por fuera se ve elegante y tranquilo, pero bajo el agua es un desastre. Ojalá pudiera escaparme de aquí. Mañana estaré libre cuando llegue el señor Miller. Le dije a mi madre que la visitaría. ¿Por qué no vienes conmigo a York? Podríamos salir a tomar algo. Deberías ir. Estarás libre. Ya está decidido, entonces. Te buscaré cuando me releven. Podemos pedir prestado un carro. Señora Webb, el ama de llaves soy yo. No lo será mientras Su Majestad esté bajo este techo. Sí, pero aún no ha llegado, ¿cierto? Es como si viviéramos en una fábrica.
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