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Relájate. Tú me preguntaste por qué vine. Vine para ver si aún sentía algo. Si mis sentimientos habían muerto. o tan solo Isobel. ¿Entonces? Al menos, aún siento vergüenza. ¡Es tan difícil! Es difícil verte con él. ¿Por qué te torturas? Viniste, pero sabías que nunca podrías quedarte con él. Podría haberme quedado con él. ¿Qué? A cambio de mi compromiso de ser el padre de William, Jamie se ofreció a estar conmigo. Por supuesto, yo me negué. Nunca lo aceptaría en esos términos. Mejor no hables más. Debes descansar. ¿Willie? ¡William! ¿William? Miré lo que encontré. No deberías estar aquí. Es para nuestro desayuno. Pensé que te lo había dicho. Salvajes. Quédate quieto. El muchacho tomó el pez del lugar de los cheroquíes. Debe pagar. Con su sangre. ¡No! ¡No! ¡El muchacho es mi hijo! Su sangre es mi sangre. Tomen la mía. No me iré sin usted. Sí, te irás. Sigue la corriente hasta Fraser’s Ridge. Y que Dios la proteja a ella y a los niños. ¡No, él no es mi padre! ¡Él no es mi padre! Él me indicó los límites, pero yo no los respeté. Yo robé su pez. Basta, Willie. No. ¡No! ¡No! ¡William! No entendí todo lo que ellos dijeron. Pero creo que nos perdonaron gracias a ti. A tu coraje. Te ruego que me perdones. Mi indiscreción está acabando conmigo. Estabas muy enfermo. Eso no es una excusa. Pero te equivocas. Saber que tienes a Jamie y que yo nunca lo tendré no es lo que me entristece. Es una verdad que ya acepté. Es ver la satisfacción en tu rostro lo que me duele. Es algo que nunca pude darle a Isobel. ¿Sabes lo que es amar a una persona y nunca lograr hacerla feliz? No fue por mi culpa ni por culpa de ella, sino que simplemente yo no era la persona indicada para ella. Lo entiendo. Muy bien. Cuando creía que Jamie había muerto. yo estaba casada con otro hombre. Un buen hombre. También debo pedirte perdón. Tenías razón. Creo que envidio el tiempo que pasaste con Jamie. Fuimos privados de años juntos. Ahora que viniste y lo viste. ¿aún sientes cosas por él? Sí. Claro. Que Dios me ayude. Al decir que no tienes nada de Jamie, te equivocas. Tienes a William. ¿Recuerda el día en que se fue de Helwater? Sí. Yo corrí hacia usted. Pero usted no me miró. ¿Por qué no me miró? Quería mirarte. Pero no te miré porque. no quería darte falsas esperanzas. Pensé que no volvería a verte. William. Ten. Está bien. Ya no puede contagiar. Puedes entrar. ¡Papá! ¿Se comportó bien? William fue un compañero de viaje muy valiente. Lo criaste bien. Eres un buen padre. Tienen suerte de tenerse el uno al otro. ¿Cómo puedo retribuir tu gentileza? Descansa mucho. Y aliméntate bien. Muchas zanahorias, calabaza e hígado. Y. no pierdas las esperanzas. También te mereces tener esa mirada de satisfacción en el rostro. ¿Estás seguro de que recuerdas el camino? Sí, señor. Me encantaría que aceptaras esto. ¿Tu tablero de ajedrez? No, John, no puedo. Por favor. Me agradará pensar que jugarás con él de vez en cuando. Puedes enseñarle a tu sobrino. Estoy ansioso por jugar con él. Creo que es hora de despedirnos. Fue un placer, Sra. Fraser. El placer fue todo mío. Buena suerte a los dos. Espero que Murtagh venga a visitarnos pronto. No faltará oportunidad, ahora que probó tu comida deliciosa. Te deseé tanto. Esta agua sobre tu piel. Acariciarte. Hasta me da envidia la lluvia. Tus besos lloviendo sobre mí. ¿Es una llovizna o un torrente? Te bañaré entera. Entonces, debo darme prisa. Hoy no necesitas una toalla, Sassenach. No es justo. Tú aún estás vestido. Hay momentos en que un esposo sabe qué es lo mejor. Y yo soy tu esposo. Aunque no lo sepas. No necesito una alianza para saber cuánto me amas. No. Pero ayuda. ¡Jamie! ¡Es hermosa! ¿Cómo la conseguiste? Le pedí a Murtagh que la hiciera. Con uno de los candelabros de plata. Creo que mi madre daría su bendición para transformar una parte de él en una alianza para ti. Ella estaría orgullosa de saber que crió a un hijo tan atento. Tiene una inscripción. Dame mil besos. Y yo te voy a dar mil más. Uno. Dos. Tres. Cinco. ¿Cinco?