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Y en ningún lugar se hace más que en los arrecifes más remotos del mundo. La Polinesia Francesa, el verdadero corazón del Pacífico Sur. Protegidos por el aislamiento, algunos de los arrecifes que hay aquí todavía están virtualmente intactos. Este mero tigre ha progresado en la ciudad y ha alcanzado la adultez. Ahora es el momento de aparearse. Para encontrar pareja debe dirigirse al lugar más peligroso de este arrecife: el precipicio. Patrullado por tiburones grises, cientos de ellos. Parecen estar descansando, por ahora. Miles de meros se han reunido en el fondo marino. Las hembras están a punto de estallar con los huevos. Pero para aparearse con una, primero debe atravesar a la multitud de otros machos que esperan. Y todos tienen lo mismo en mente. Se esfuerzan por acercarse lo máximo posible a una hembra. Este macho parece haberse asegurado la posición de salida, pero la hembra no depositará sus huevos para que los fertilice hasta que las condiciones sean correctas. Ahora los tiburones comienzan a acercarse, sintiendo que el momento crítico se aproxima. La marea comienza a retirarse. Este podría ser el momento del desove. De pronto, las hembras se mueven veloces hacia la superficie liberando nubes de huevos mientras lo hacen. Los machos las persiguen liberando su esperma simultáneamente. Es un acto por el que los meros parecen preparados para morir. Es ahora o nunca. Los huevos fertilizados ahora serán alejados de las numerosas bocas hambrientas de los habitantes del arrecife. La mayoría de los billones de huevos que nublan el mar serán comidos. Pero unos pocos, una minoría diminuta pero crucial encontrará otro arrecife y lo convertirá en su hogar. Pero hoy en día los arrecifes de coral enfrentan una nueva amenaza. Los mares se están calentando. Una subida de la temperatura de solo uno o dos grados durante unas semanas puede ser suficiente para que los pólipos de coral liberen sus células. Cuando eso ocurre, los corales pierden su color y su principal fuente de alimento. Si las altas temperaturas se mantienen, el coral blanqueado tiene probabilidad de morir.