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No, el corazón. Irá a un especialista. Lo tengo delante. Por desgracia, sí. Cuando nos honraba Vd. con su presencia en el internado, recorría los pasillos pensativo, perdido en especulaciones científicas que le impedían mirar a sus pies y ver el corazón de esta pobre niña. ¿El corazón de su hija? Cupido le lanzó su flecha. Y yo, padre ciego, no comprendí. Pero desde que Vd. nos dejó, verla así me rompe el corazón. Sentada junto a la chimenea Junto ala chimenea Ha ido adelgazando lentamente, y ayer, me lo contó todo. He aquí la confesión de un padre. ¡No, no! ¡No diga nada irremediable! Está esperando en el cuarto de al lado, angustiada. Le pedí su mano y Vd. me echó ala calle. ¿Me pidió la mano de mi hija? Sí. ¡Se la concedo! ¡Sr. Muche! ¡Ven! Srta. Muche, sepa de inmediato que rechazo esta mano que su padre acaba de endilgarme, como hizo Vd. antaño. No tenía esperanza alguna de lograr los proyectos, un poco simplones, de mi padre. Es demasiado tarde para hablarle de boda. Pero, ya que la buena suerte le ha sacado de la mediocridad, he pensado, que en recuerdo a las tizas de colores, estaría Vd. dispuesto, no a tomar mi mano, sino a tenderme la suya. Tranquilo, no me la quedaré. Todo esto me sobrepasa. ¿Qué quiere que haga? ¿Hablar con el inspector de la Academia? Podría abrirme la puerta a otro mundo. Una vez por semana solamente. Los jueves. Me compraría Vd. un vestido, me llevaría a las carreras, al teatro, a restaurantes buenos. No soy la idiota que he procurado parecer. Quizá hasta dé la talla. Además, en cuanto llegue adonde quiero, no le molestaré más. Déme mi oportunidad. Y a cambio de este servicio inconfesable, estaría dispuesta a Una joven bonita siempre puede dar lo que tiene. Dígame, amigo mío Señorita. Es encantadora. Srta. Ernestina Muche. Maestra. ¡Que despoprósito! ¡Despropósito! Muche. No sé por qué me hace pensar en una ardilla. El Sr. Topaze tenía una. En el internado. Pero era auténtica. Inocente bichito, ¡qué bien estaba en su lugar! Pero disecada. Es encantadora. Le felicito. ¿A mí? ¿Por qué? La Srta.
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