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Espero que te gusten todos los negocios. El conserje no puede negarse. Soy yo quien paga el alquiler, ¿no? Póngame otra, por favor. Enseguida. ¿Hola? ¿Hola? ¿Hola? ¿Eres tú, François? ¿François? ¿Pero dónde estás? Muchas gracias, señor. ¿Ha visto al hombre con el que vine la otra noche? Llevaba una chaqueta marrón y hablaba con acento francés. Oh sí. Los chicos de Texas ya tienen la liga. Oh, perdone señora, se ha ido hace unos minutos. Oiga, ¿es usted la razón por la que bebe tanto? ¡Kay! Kay. Ni siquiera sabía dónde encontrarte. ¿Cuánto hace que has llegado? ¿Qué puede importar eso, si llego o me voy? ¿Qué puede importar eso? Vamos, ven, ven a tomar una copa. No. Sí, ven, tenemos que hablar. No, ahora no, Pierre, mañana. ¡Ah no! No te vas a largar. Mañana no. Pero no. ¡Ahora mismo! Vamos, ven. Dos escoceses. Has bebido suficiente. ¿Moral, también? Era nuestra canción. Lo sé, Pierre. Lo sé. Lo sé, Pierre. Lo sé. ¿Qué más sabes? Di. ¿Sabes lo mal que estoy? ¡Todas lo mismo! ¡Todas! Todas hechas de la misma manera. Y nosotros, como s, continuamos, creyendo en ellas. ¿Pero por qué? ¿Por qué? Kay, ¿qué es lo que hice? ¿Es que no he sido siempre bueno? Sí, Pierre, siempre. Pero entonces, ¿por qué? Contesta. Ahora no lo entenderías. Como cuando era un niño: no lo entenderías. Más adelante, lo verás. Nunca lo entendí. ¡Nunca! Ni siquiera cuando crecí. Nunca he captado nada de vuestras sucias historias, vuestros sucios trucos. Siempre me han tenido, siempre poseído. Las grandes, las mujeras buenas. Tenía un regalo, algo de París. Y llamé, llamé. Estaba muy contento, como siempre que llegaba. Ni siquiera una palabra, una carta. Nada, nadie. Ya no hay nadie. Así que, los regalos, las frases bonitas. ¡A la basura! Kay. Estoy borracho, es verdad, pero te juro que intentaré entenderlo. ¿Qué pasó? Di. ¿Qué fue? Di. Kay, mi pequeña Kay, tengo muchos problemas. Dime. ¿Qué quiere ese hombre? ¡Kay, no te vayas de aquí! ¡Déjame! ¡Quédate aquí, tenemos que hablar! No quiero estar solo. Te lo ruego, es muy importante. ¿Y yo no soy importante? Para mí lo es todo. ¡La vida!

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