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Conseguite un departamento, ¿eh? Yo, cuando empiece a trabajar, te mando dinero. ¿Dale? Yo te voy a mandar. Haceme caso. Nos vemos pronto, ¿dale? Te quiero. Yo también. Vamos, pinche naco, que llegamos tarde. ¿Qué pedo, güerita? Hola. Bien, ¿hacia dónde viajan? A México. ¿Me permite su pasaporte, por favor? Sí. Tome. Pero no parecés mexicano. Me parecés un poco racista. Escuchame. Quiero renunciar a mi ciudadanía argentina. Quiero que le entregues eso al gobierno. Este pasaporte ya fue emitido. Quedátelo, lo puedes necesitar. Bueno, tíralo entonces. Seguramente. ¿Qué hacés, pelotudo? ¿Qué te pasa, flaco? Traiciona a la patria. Porque vos no conocés México. ¿Fuiste a México alguna vez? Ahora estoy yendo. Yo soy mexicano. Es más, mirá lo que te digo. Yo me voy a vivir a Cancún. Y cuando me muera, quiero que corten mis cenizas con coca y se las tomen todos mis amigos en la playa mientras tocan un corrido del Potro. Ahí. ¿Te gustó? Me encantó. ¿Sabés por qué? Porque hoy empiezo una nueva vida. Cuidado con el chile, con los mariachis. y con las placitas. ¿Eh? Y vos, cuidado con la menopausia. Estás cerquita, ¿eh? Si no te ha agarrado todavía. [Potro] ¿De dónde carajos venimos y hacia dónde concha vamos? A ver. Al final somos todos vagabundos trotando por el mundo. Pensándolo bien, me chupa un huevo que no funcione mi pierna. Lo que importa es que todavía se me para la pija. Argentina ya no es mi casa. México, boludos, a mí me abraza con amor. Acá, la gente me quiere. Y seguro tengo un montón de hijos tirados por ahí. Tal vez nunca sepa cuál es mi lugar en el mundo. Pero hay una cosa que sí tengo clara. Que, después de todo, soy yo. Potro. El autor dice que la fuerza de la aristocracia inglesa proviene de la sangre nueva al unirse con plebeyos. ¡Espera un minuto! ¿Qué dices? ¿Que te quedarás aquí sólo para casarte? ¿Y por que no? ¿Con un noble? Hmhmm. El autor debe saber de lo que habla. Después de todo él es inglés. Tal vez tenga razón. Pero conocerlos no es tan fácil. Ayer no conseguí comer con ninguno. Pues si están buscando sangre nueva, no me digan que no saben dónde hallarla.

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