Popularísima Estéreo, Emisoras Radio en vivo Colombianas radios online…
No me ayudas. Intento nadar, pero te subes encima mientras me hundo en el barro. ¿Qué hace? Baila con ansiedad. Sube o nos delatará. Me he caído. Es lo que pasa si bailas. Pon las manos. No llores, pequeña. Estoy aquí. ¡No quiero! ¿No quieres qué? ¡Quiero a mi mamá! Llévala a la cama, Tituba. Sí, señor. Quiero a mi mamá. ¿Dónde está Betty? ¡Tituba! ¡Abigail! ¿Por qué la trajiste? Su madre la envió. Vengo a ver a mis hermanos. ¿Dijiste algo? No, fue Betty. ¡! ¿Quien te dijo que vinieras? Quiero una poción de amor. ¿Para quien? Para el hijo de Gilles Corey. ¡Ten cuidado entonces! Si dices una palabra de lo que hacemos. No diré nada. Lo juro. ¡Come! Come si quieres el amor de Peter. ¿Tú comiste eso? Me quieren. No necesito comer sapo hervido. Bebe esto. ¡Es rojo! Beberé la sangre. Quiero que alguien muera. Lo tendrás. Tranquilas, pequeñas. Primero debes bailar. Cuando Loa venga, todas volareis. Podrás comer y beber. Gira. ¡Gira! ¡Gira aquí! ¡Gira aquí! El Gran Loa bajará. Invocad al Barón Samedi, el Loa de los muertos. Gira, Betty. ¡Gira! ¡Gira, baila! ¡No puedo más! ¡Vamos! ¡Betty! ¡Tú mamá, Betty! ¿Dónde? ¡Allí! No creo en tus tonterías, pero si mi esposa sufre, lo pagarás. ¡Betty! ¿Qué te ocurre? ¿Está enferma? ¿Por qué está en la calle a estas horas? ¿Está enferma? ¿Qué hace fuera? Llévala a su cama. ¡Doctor! Nathan, ensilla tu caballo. Ve a Berkley. Busca al Reverendo Hale y suplícale que venga. Es urgente. ¿Al Reverendo Hale? Un experto en artes demoniacas. ¿Qué es esto? ¿Qué significa? Ángeles oscuros caminan sobre Salem. Mirad a su primera y más inocente victima. Desde hace muchos meses, un oscuro poder la ha apartado de mí. Hay brujas aquí, pueblo de Salem, y mi hija está en su poder. ¿Está loco hablando de brujería? Dios me ordenó hablar. ¿Dios? Mas bien el Diablo. Que sea el Diablo. Así haremos un truco con él. Es la ocasión para distinguir al justo del sucio. Mi hija estaba en el bosque y la suya también. Estamos metidos en esto hasta el cuello. ¿Nosotros? ¿Quien nos atacará? Nosotros somos los magistrados de Dios, no los acusados. ¿Tiene miedo? Venga a ver. Nunca me habían querido tanto.
Comentarios (0)