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De todos modos, me iré a la cama. Buenas noches. Kiva, ven aquí. Ven un segundo. Ven. “Para unir el nombre del Santo, cumpliré el mandato de educación”. ¿Por qué hiciste eso? Mente y corazón. Debes saber cuándo usar la mente y cuándo usar el corazón. Hola, ¿está tu madre? Madre, alguien quiere verte. Hola. Hola, ¿cómo estás, Giti? Bien. ¿Quién eres? Nechama, encantada. La esposa del rabino Ben Harosh, gerente de la fábrica. Hola. El departamento está bastante desordenado. Por favor, espérame en la sala. Ya regreso. Algo huele muy bien. Toma asiento. ¿Cómo estás? Bien. Gracias a Dios. ¿Tienes alguna novedad? Aún no. Mi esposo me tó lo que pasó. Vine a preguntar si llamó o mandó algún mensaje. Aún no. Qué feo. ¿Cómo puede una persona hacer algo así? Gracias por preocuparte. Pobrecita. Es difícil. Lo sé. Pero lo lograrás. Ya verás. Discúlpame. Tonterías. Seré breve. Queremos crear un fondo para ayudarte. Al menos al comienzo. Es discreto, no te preocupes. Solo debo saber cuántos niños tienes. Cinco. Cinco. Debemos entrar al sinvergüenza y hacer que se divorcie de ti. No le digas sinvergüenza. ¡Judíos misericordiosos! ¡Socorro! ¡No se queden al margen! Siete huérfanos gritan ¡y nadie los salva! Un hombre religioso que dejó a siete huérfanos. Hola, Sra. Weiss, ¿en qué puedo ayudarla? Me dijeron que mi esposa le habló. Gracias a Dios. Lippe llamó el sábado en la noche. Pobre hombre, ha pasado momentos difíciles, pero está bien. ¿En serio? oció a un judío, un comerciante de diamantes, y lo metió en el negocio. Ya no necesita de la caridad de la gente. Gracias a Dios. Lamento si. No, está bien. No es su culpa. Lo único que pido. .es que usted y su esposa. .nunca repitan esas mentiras que me dijeron el viernes. Lo que me dijeron es difamatorio, injurioso. No envidio al que las inventó. Yo tampoco. Debe haber sido un malentendido. Cuídese. Gracias. Le daré sus saludos a Lippe. Hola. Shtisel. .llegas temprano. Tuve la intención de llamarte. ¿Qué novedades hay? ¿Qué novedades hay? ¿Qué novedades tienes tú? ¿Hablaste ellos? Escucha, Shtisel. ¿Sí?